Ante el comportamiento desquiciado de Maduro, urge conformar un Frente de Salvación Nacional que impida la desintegración de Venezuela
Editorial de Venezuela Soberana
La decisión del gobierno norteamericano de declarar a nuestro país “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de los Estados Unidos”, es un hecho sumamente grave, que pone en riesgo la paz y la integridad de todos los venezolanos.
La medida adoptada por Obama no se debe solo a las continuas violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de Maduro, sino a que Venezuela se ha convertido en un narco Estado, que inunda con cocaína las calles de los Estados Unidos, distorsiona el sistema financiero internacional con billones de dólares obtenidos ilegalmente, y apoya abiertamente al fundamentalismo islámico, enemigo mortal de los norteamericanos y de la civilización occidental. Enfrentarse de esta forma a nuestro principal comprador de petróleo es una locura que no debe prolongarse ni un día más.
En lo externo, las actuaciones de Maduro, Cabello y sus colaboradores están colocando a Venezuela en el centro de un peligroso conflicto internacional y convirtiéndonos en un Estado forajido; y en lo interno, están provocando una crisis humanitaria y una explosión social, debido al agravamiento de la inflación, la escasez, la devaluación, la inseguridad, el colapso sanitario, y la pérdida de la soberanía.
Los venezolanos no podemos permitir que un hombre con doble nacionalidad, controlado por los cubanos, que llegó ilegalmente al poder, continúe destruyendo nuestro país y siga poniendo en riesgo el futuro de nuestros hijos. Lamentablemente, los principales dirigentes de la MUD no perciben esta gravísima situación, y están concentrados únicamente en los comicios parlamentarios, pese a que el sistema electoral está totalmente viciado, y pese a que estos comicios pueden ser suspendidos por el Ejecutivo, alegando un Estado de Excepción. Por otra parte, no podemos esperar nada de organismos multilaterales como la OEA, UNASUR y el ALBA, porque muchos de sus integrantes están comprados con petrodólares venezolanos.
Ante este escenario, urge conformar de inmediato un gran Frente de Salvación Nacional, compuesto por todas las fuerzas vivas del país, que exija la renuncia de Nicolás Maduro y promueva un gobierno de transición, capaz de restablecer relaciones diplomáticas con nuestros aliados tradicionales, estabilizar la economía, garantizar la seguridad interna, depurar los poderes públicos, y convocar a unas elecciones limpias y transparentes en el menor tiempo posible.
Maduro está desquiciado y fuera de control. Cada día que pasa en el poder constituye una amenaza adicional a la seguridad del Estado. Llegó la hora de que todos los venezolanos –civiles y militares– impidamos una catástrofe nacional. ¡Manos a la obra!