Urge construir un gran movimiento nacional por la renuncia de Maduro
Caracas, 29 de agosto.- Seguidamente el texto de la propuesta al país que plantea Venezuela Soberana, movimiento encabezado por Enrique Aristeguieta Gramcko:
Nunca antes en doscientos años de historia republicana, dos hombres han hecho tanto daño a nuestra patria; uno ya murió, Hugo Chávez, el otro, Nicolás Maduro, hoy continua el legado de destrucción. Durante su gestión –antes en la vicepresidencia y ahora como presidente– se han dilapidado, y se siguen dilapidando los mayores recursos que hemos recibido en estos dos siglos de existencia. Pero además, la inflación, la devaluación, la escasez, la inseguridad y la corrupción, llegaron a niveles escandalosos.
La deuda externa e interna ha crecido exponencialmente, pese a los altísimos precios del petróleo. La infraestructura petrolera, eléctrica, y de suministro de agua, así como las empresas básicas, están desplomándose. Y ahora que el gobierno se ha quedado sin recursos (porque han ido a manos de cómplices cubanos, bolivianos, ecuatorianos, nicaragüenses, terroristas de toda índole y nacionalidad, enchufados y boliburgueses), pretende aumentar la gasolina, aplicar una maxi devaluación, rematar los activos de la nación –entre ellos CITGO–, entregar nuestra soberanía económica a los chinos y a los rusos, y encima humillar al pueblo venezolano imponiendo el uso de capta huellas para comprar comida.
La continuidad de Maduro en el poder amenaza la existencia misma de la nación venezolana, y por eso debemos promover un gran movimiento nacional que le exija tanto a él como a su gabinete y demás secuaces, civiles y militares, el abandono inmediato de sus cargos, luego de lo cual debe asumir un gobierno de reconstrucción nacional, en el que participen todos los sectores democráticos y honestos del país. El nuevo gobierno deberá tomar medidas de emergencia para lograr la gobernabilidad, asegurar la estabilidad económica, garantizar la seguridad del Estado y de los ciudadanos, y finalmente llamar a elecciones generales, luego de depurar al Consejo Nacional Electoral.
Hay muchos motivos válidos para exigir la renuncia de Maduro, entre ellos los siguientes:
1. Maduro no cumple los mínimos requisitos constitucionales para ejercer la primera magistratura: Mintió sobre las circunstancias de la muerte de Hugo Chávez, inscribió su candidatura de manera ilegal, y ha sido incapaz de demostrar que es “venezolano por nacimiento y sin otra nacionalidad”, como lo exige la Constitución.
2. Para que Maduro llegara al poder, se cometió un fraude electoral en las elecciones presidenciales de abril de 2013, como bien lo denunció la Mesa de Unidad Democrática tanto en instancias nacionales como en las internacionales.
3. Nicolás Maduro se ha sometido de manera vil y humillante al dominio cubano, no solo recibiendo instrucciones de los hermanos Castro, sino entregando nuestros recursos al gobierno de Cuba, lo cual configura un crimen de traición a la patria.
4. Maduro y sus principales colaboradores se han evidenciado como violadores a los derechos humanos, ordenando el asesinato, la tortura o el encarcelamiento de nuestros jóvenes estudiantes, así como de connotados dirigentes políticos, solo por protestar pacíficamente o disentir del oficialismo. Por este motivo, existe una denuncia introducida por trescientos parlamentarios iberoamericanos ante la Corte Penal Internacional de La Haya.
5. Durante la gestión de Maduro, el narcotráfico se ha incrementado de manera alarmante, convirtiendo a nuestro país en un narco Estado; el crimen organizado se ha apoderado de nuestras ciudades; y nuestras fronteras se han abandonado; mientras que el Sistema Judicial y los cuerpos de seguridad de Estado se dedican a perseguir a la disidencia, siguiendo al pie de la letra el modelo castro-comunista cubano.
Obviamente Maduro no renunciará por voluntad propia, como tampoco quisieron hacerlo muchos otros indignos en el pasado –desde Vicente Emparan hasta Marcos Pérez Jiménez– pero la presión de la inmensa mayoría de venezolanos, hastiada de esta gran farsa, lo obligará a abandonar el cargo.
Exigir pacíficamente la renuncia de un presidente es un derecho ciudadano, garantizado en nuestra Carta Magna. Sin embargo, alertamos tanto a la comunidad nacional como a la internacional, que por hacer público este planteamiento, el Gobierno querrá criminalizarnos y reprimirnos, como lo ha hecho con todos los que se atreven a pensar diferente.
Invitamos a todos nuestros compatriotas a incorporarse activamente a esta iniciativa y a participar en la organización de un gran movimiento nacional –que incluya a los estudiantes, los sindicatos, los gremios, las academias, los periodistas y todos los sectores democráticos en general, civiles y militares, hasta convertir la exigencia de la renuncia de Maduro y de su gabinete en un clamor generalizado e indetenible que libere a nuestro pueblo. Invitamos especialmente a quienes promueven una Asamblea Constituyente a sumarse a este llamado, puesto que la renuncia de Maduro y la depuración de los poderes públicos son los pasos previos para una Constituyente.
No tengamos miedo de ejercer nuestros derechos. Defendamos con brío la patria de nuestros padres y de nuestros hijos. Tengamos confianza en el futuro. Y no olvidemos las palabras de El Libertador en el Manifiesto de Carúpano (07/09/1814): “Dios concede la victoria a la constancia”.